Hay personas que luego de tomar un volante, les cuesta ir de copilotos o peor aún, detrás del chofer o ir en un bus o camioneta para pasajeros, sin ser quien tenga el control del camino, salvo cuando deben dormir.
Pero los viajeros de negocios y turistas asiduos saben que eso se soluciona con una idea de tres palabras: Alquiler de Coches. Con eso, listo estará todo.
Porque alquilando un coche, uno hace su propio camino, aprende el sentido y cotidianidad del lugar a donde está y hasta paga menos que en esos sosos y anquilosados viajes turísticos o con taxistas que engañan y resultan hasta más costosos.
Que ese tip les quede de por vida para cada viaje que hagan.