Entre el 10 y el 12 de julio se produjo un hito histórico ya que se ha desprendido un iceberg de unos 5.8000 kilómetros cuadrados de la Antártida, que lo cataloga como el más grande hasta ahora.
El mismo, se desprendió del segmento Larsen C de la Antártida y pesa más de 1 millón de toneladas. Según lo que informan los científicos del proyecto Midas, la ruptura fue captada por el instrumento satelital Aqua MODIS de la NASA.
Durante el último año, la vigilia del desarrollo de la fisura del iceberg fue llevada a cabo gracias a los datos proporcionados por los satélites Sentinel-1 de la Agencia Espacial Europea.
Cabe aclarar que este fenómeno no fue causado por el cambio climático, ni tampoco afectará de manera significativa el nivel del mar, según lo que se informa desde Midas, más allá de que se le hará un seguimiento cercano para ver la evolución del iceberg que posiblemente será catalogado como A68.
Aún así, cuando el iceberg se separó del segmento Larsen C, la estructura quedó vulnerable, más allá de que haya sido un evento natural; por lo que los expertos creen que Larsen C tenga el mismo destino que Larsen B que se desintegró en 2002 luego de pasar por un proceso similar.
